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Baja la cifra de empresas en concurso de acreedores

El procedimiento concursal debería entenderse como una segunda oportunidad y no un proceso de desmantelamiento

23.01.2017

El año 2016 terminó con la cifra más baja de concursos de acreedores desde 2008: un total de 4.461, lo que supone un descenso del 16% con respecto al año anterior. Esta reducción en el número de concursos declarados supuso, además, un aumento en el porcentaje de concursos archivados en el mismo auto de su declaración, lo cual redujo, a su vez, el número de designaciones de administradores concursales.

El hecho de que la gran mayoría de empresas que se declaran en concurso son microempresas y pymes, unido a que más del 95% de las empresas afectadas termina cerrando, refleja, por un lado, la necesidad que sigue existiendo de dotar a este proceso no tanto de desmantelamiento como de segunda oportunidad.

Por otro, que las declaraciones concursales, que pueden resultar útiles para empresas de cierto tamaño, suponen una condena a muerte para las empresas más pequeñas, incapaces de encontrar financiación y asumir los pagos de un procedimiento costoso, no por los gastos de justicia y aranceles de la administración concursal, que resultan insignificantes considerando el pasivo afectado, sino por la exigibilidad de cuantiosos importes por indemnizaciones a los trabajadores, así como por el devengo de tributos y otras rentas no productivas, que minoran los recursos disponibles para la producción y venta.