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ASPAC, Asociación Profesional de Administradores Concursales, de la que nuestro socio auditor, Juan José Galiana forma parte, emitía el pasado 20 de mayo un comunicado en referencia a la situación que vive el país con la convocatoria de nuevas elecciones generales.

La asociación, como representante de un colectivo con más de 115 administradores concursales de toda España, que gestionan algunos de los principales concursos declarados en el país, quiere resaltar algunos de los problemas que detectan en torno al desarrollo de sus funciones profesionales debido a la coyuntura política y económica.

Las empresas no son ajenas al clima de incertidumbre que vive el país. Esta situación, alargada en el tiempo, puede agravar los problemas de insolvencia en compañías y sectores estratégicos clave, pese a la reducción de precios, la consecuente mejora en la productividad y la reforma laboral.

La Asociación considera, a su vez, que las sucesivas reformas de la Ley Concursal han puesto en evidencia su ineficacia como herramienta de reestructuración empresarial. Además, los sucesivos cambios han terminado provocando perjuicios sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, que son la base de la estructura empresarial del país.

Sin embargo desde ASPAC se reflexiona en la idea de que quizá los fallos de la Ley no sean la causa fundamental de que muchas de las empresas que se acogen al concurso de acreedores terminen en liquidación, sino a problemas estructurales en la economía.

Como colectivo implicado y comprometido, ASPAC aboga por defender un ejercicio de la administración concursal profesionalizado y competente, que aporte valor y contribuya a la recuperación y mejora del tejido empresarial. A su juicio la última reforma de la Ley Concursal y el futuro Estatuto de la Administración Concursal no favorecen la especialización y calidad del servicio, rebajando las exigencias previstas para el ejercicio de la administración concursal.

ASPAC aprovechó también el comunicado para incidir en otro problema grave según el criterio de sus asociados: la saturación de los Juzgados Mercantiles. “Para una compañía con problemas de insolvencia, la lentitud y burocracia de algunos juzgados de lo Mercantil es letal”, afirma Luis Martín, presidente de ASPAC.

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