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La Agencia Tributaria obtuvo 15.664 millones de euros en 2015 como resultado de su labor en la prevención y lucha contra el “fraude”, lo que supone una cifra récord en su historia que supera en un 27,2% la conseguida el año anterior y que equivale al 1,5 % del PIB.

Según apuntó el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, tras conocerse este dato, el organismo que dirige centró sus actuaciones en el refuerzo de la inspección sobre grandes contribuyentes, la economía sumergida y las actuaciones para el cobro efectivo de las deudas tributarias.

Los datos aportados para 2015 evidencian el aumento de la actividad inspectora de la Agencia Tributaria, que realizó un total de 107.580 actuaciones nominales de comprobación e investigación, un 8% más que en el ejercicio anterior y un 46% más que en 2011.

Atendiendo a los distintos ámbitos de control, destacan por su incremento las actuaciones inspectoras de control de devoluciones (+11%) y las de requerimientos y actuaciones de información (+16%), que se suman a otras áreas que ya se vienen impulsando en años anteriores y que se han seguido reforzando en 2015, como el sector de profesionales, con un incremento de inspecciones del 16%, y el de sociedades y socios (+10%).

Con estas cifras sobre la mesa y el claro afán recaudatorio en todas las actuaciones llevadas a cabo  en los últimos años de por parte de la Agencia Tributaria, conviene protegerse adoptando unos mecanismos adecuados de gestión fiscal y tributaria, y no sólo una vez notificado el inicio de la inspección, sino de forma preventiva mediante un adecuado asesoramiento fiscal que evite (i) la posibilidad de futuras, y no siempre próximas en el tiempo, actuaciones de inspección o comprobación de los tributos y (ii) que, en caso de producirse tal inspección, no suponga un quebranto patrimonial, que en algunas ocasiones, alcanza cuantías muy significativas que cuesta comprender.

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