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Una vez pasado el desconcierto inicial, la aplicación de los programas de cumplimiento normativo y prevención de delitos, conocidos comúnmente como Compliance, comienzan a establecerse en nuestro país y a mostrar los primeros resultados positivos de su aplicación.

Una reciente sentencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) multó con un total de más de 4 millones de euros a varias empresas de mudanzas internacionales por pactar precios y condiciones comerciales. Lo interesante de esta resolución es que incluyó por primera vez una reducción de la sanción a una de las compañías por poner en marcha un programa de Compliance después de conocida la infracción.

Se trata de la primera ocasión en que la CNMC tiene en cuenta este criterio y se espera que sirva como incentivo para que las empresas desarrollen un Programa de Cumplimiento Normativo exhaustivo, establecido y vigilado. Su existencia previa a la comisión del delito puede llegar a ser un eximente total de responsabilidades de la persona jurídica.

Lo importante en este momento para las empresas es, pues, no sólo diseñar e implantar un Programa de Cumplimiento Normativo, sino desarrollar una figura dentro de la compañía encargada de vigilar el cumplimiento de dicho Programa. Según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el simple hecho de tener un programa de Compliance no es en sí mismo un atenuante. Por tanto, la existencia de la figura del “Legal Compliance Officer” es indispensable para que el Programa de Cumplimiento Normativo de las empresas pueda llegar a exonerar de responsabilidad a las mismas.

La función de este cargo dentro de la compañía es tanto asesorar en la toma de decisiones que puedan afectar al programa de Compliance como la promoción del mismo dentro de la empresa y la información y pedagogía a empleados y directivos. Este puesto, por tanto, debe contar con la suficiente independencia y capacidad de decisión dentro del organigrama de la compañía.

Redactar el Programa de Cumplimiento Normativo y asesorar a la persona encargada de su vigilancia son tareas para las que las empresas pueden contar con la ayuda de un despacho profesional como Taxfinco, especializado además, en esta materia. Abogados, auditores de cuentas y de normas ISO especializados en Compliance son los perfiles más indicados para asesorar a las pymes sobre un aspecto de la cultura empresarial muy desarrollado en la cultura anglosajona pero que en nuestro país, pese a estar todavía dando sus primeros pasos, ha llegado para quedarse.

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